En pleno paseo Vara de Rey, en el corazón de Ibiza ciudad, se alza un edificio que ha sido testigo de más de un siglo de historia: el Gran Hotel Montesol, inaugurado a principios del siglo pasado. Bajo su nueva identidad, Montesol Experimental, sigue siendo un referente, aunque no exento de controversia.
La cadena Experimental, su actual propietaria, encargó el rediseño interior a la esposa del nuevo dueño, sustituyendo el anterior estilo de maderas nobles y acabados de lujo firmado por Hilton por una estética más bohemia y contemporánea. Para algunos, un soplo de aire fresco; para otros, un sacrificio innecesario de su antigua grandeza.
Más allá del debate estético, lo que el Montesol ofrece hoy es servicio impecable, limpieza y confort de alto nivel. Desde la recepción hasta la última habitación, la atención es discreta, profesional y siempre a la altura. Las estancias, luminosas y perfectamente mantenidas, son un refugio de calma en medio de la ciudad, con camas que invitan a prolongar la mañana y detalles cuidados en cada rincón.
Su cafetería, con terraza sobre el Vara de Rey, es uno de los lugares más agradables de Ibiza para desayunar o tomar un café, observando el ir y venir de locales y viajeros. El desayuno es sencillo en cantidad, pero impecable en calidad y presentación, servido con la elegancia de un hotel que sabe que menos, cuando es perfecto, es más.
A diferencia de la mayoría de alojamientos de la isla, el Montesol no es un resort turístico: no tiene piscina ni grandes áreas comunes. Y, precisamente por eso, es un refugio para quienes huyen del bullicio y buscan un lujo urbano, centrado en la experiencia de la ciudad. Su ubicación es inmejorable para recorrer a pie Dalt Vila, visitar el puerto o disfrutar de la gastronomía local, dejando las playas a pocos minutos en coche o barco.
Por la noche, la fachada iluminada devuelve al paseo su aire cinematográfico. Los ecos de su historia siguen presentes, mezclados con la vida vibrante de la ciudad. Puede que el interior haya cambiado, pero su espíritu de epicentro elegante y tranquilo de Ibiza sigue intacto.
El Hotel Montesol Experimental es, en definitiva, un lujo distinto: sin estridencias, sin fiestas interminables, pero con toda la atención al detalle que hace que un huésped quiera volver. Ideal para quienes buscan vivir Ibiza como un residente privilegiado, con el respaldo de un servicio que roza la perfección.
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